ÍNDICE
Prólogo/11
Resignación/ 16
Como pregunta/ 18
Las uñas de mis dedos/ 20
Estallando sobre el muro/ 21
Aprender a amarte/ 23
Deslucidos bofetones/ 24
Malvado Elohim/ 26
Un enigma todavía abierto/ 28
Los treinta mil aparecidos/ 30
Un foco sin histeria/ 31
Virginidad.../ 33
En soledad/ 35
La des-pareja/ 36
Malas costumbres/ 39
Traicionando formalidades/ 41
Esperada guerra/43
Escape de un rezongo/ 47
Inmortalidad/ 49
Romper un instante detrás de la mirada/ 52
Causalidades del yo soy/ 54
A la vida/ 56
Vistiendo tristeza/ 59
La péndola/ 61
Sobre el borde/ 62
la más larga borrachera/ 63
En el borde de la cuna/ 65
La punta del zapato/ 67
Bien te amé/ 68
Al despertar/ 69
Diez de septiembre/ 70
La garganta/ 72
Sin remordimiento/ 73
Crisis/ 75
El cuerpo de Marieta/ 76
La trova del letargo/ 77
El verdugo de las cosas/ 79
Sin olvidar que soy/ 80
La estatua/ 82
Presente/ 83
Describe el regreso/ 84
El exquisito mosto/ 87
La tortura/ 89
Oportunidad/ 90
Lo que siempre quise obviar/ 91
El resfrío/ 93
Hoy brotó la luna/ 95
Células/ 96
Maldigo maldiciones/ 97
Le luciérnaga/ 98
5 de octubre/ 99
Para María/ 101
Los necesarios/ 103
El no crucificado/ 105
Pies de flecha/106
Burbujas/107
A no querer a esta sólo/ 108
Hasta el final/ 110
Borrador/112
Te busco desnuda/ 113
Venciendo en el tablado/ 115
Entre el martes y el jueves/ 116
El hilo conductor/ 118
En el amor/120
Encuentro/ 121
Para no olvidar/ 122
Mujer... como puedo no amarte/ 124
Compañía/ 125
En la hora del quizá/ 126
Reencarnación/ 128
Corno granos de abatí/ 129
Sólo tu amor/ 131
Sobre el trono del silencio/ 133
Querido Loreto/ 135
No quisiera decir adiós/ 139
Ojitos de agua/ 141
La puerta de la nueva sensación/ 143
La punta de arrecife/ 145
La gota furtiva/ 146
Hay días que son para olvidar/ 148
En la almohada/ 150
La posada Normandie/ 151

CONTRATAPA
Leonardo nos acerca la poesía. Ese arte que rescata de las profundidades del alma, los sentimientos y los interrogantes más intensamente humanos.
En un mundo que parece haber olvidado en alguna vuelta de esquina el lenguaje poético, llegan a mis manos y a mi alma estos versos que despabilan, desempolvan el letargo con que me envuelve la rutina y los miedos del cotidiano transitar. Hoy, estos versos me ponen cara a cara con la vida, con la pregunta constante, y también con los sueños, que solo a veces quedan arrumbados en un rincón. Y, hoy, vuelven con la poesía, que degustamos en estas páginas.
El poeta se sumerge en los temas que han interrogado, interpelado y dejado perplejos a hombres y mujeres a lo largo de la historia de la humanidad, los mira de frente, los rodea, los encierra, los encierra, los abraza, los desarma, para construir “su lugar en el mundo’. Busca las palabras, y le pone voz a quienes les han robado la voz. Así, arde en estas hojas la misma hoguera que consumió a Apolonia, llamas que tiñen de palabras las páginas blancas, que en soledad enfrenta el poeta
Las páginas blancas ya no están blancas , en ellas la soledad no es tal. Omnipresente en sus versos, esta ese tú , -destinatario figurado- a quien el yo poético dirige la mirada, la caricia , el amor . Leonardo recrea los versos de Becquer: “¿Qué es poesía?¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú’.
El amor, la muerte, la soledad, la libertad, los sueños son las redes que se hunden en el alma del poeta. Ellas van en una búsqueda incesante de palabras, colores, ritmos para hilar versos que encallen en “Brotes de Apolonia”.
Mario Benedetti en su poema “¿Por qué cantamos?” nos ilumina y nos muestra la motivación de un poeta como Leonardo en estos tiempos, porque hacer poesía no es otra cosa que cantar. Él dice: “cantamos porque el grito no es bastante / y no es bastante el llanto ni la bronca / cantamos porque creemos en la gente / y porque venceremos la derrota...”. Así, desde este lugar, siento la poesía que vive entre nuestras manos y al poeta que presento. Quisiera decirle a Mario Benedetti, que el poeta canta portado eso, y también, por ser un ‘militante de la vida’.
Leonardo en su poesía expresa: 'Un día en el que el silencio nos pide a gritos que no es bueno olvidarse de soñar despierto, mientras se traza el camino.. Estas páginas que dejan al desnudo el alma del poeta llegan hoy a mis manos, a tus manos, para soltar poesías al viento y retomar al lugar donde el alma habita su destino, las huellas de nuestros sueños.
Jacqueline Evangelista
Ministra de Cultura y Educación - Provincia de La Pampa